domingo, 27 de marzo de 2011

El viaje de Chihiro. Novena parte, El "sin rostro"

Ahora veremos al “sin rostro”.

El aprendió que todos comenzaron como locos a agarrar el oro, así que supo que con eso podría atraerlos, su primera victima, el sapo que denuncio a Chihiro. Cae fácilmente y es devorado, con esto se roba la voz del sapo y algo de su apariencia. Así irán cayendo uno a uno. Solo que ahora puede hablar, con la voz que se robo. Así con oro atraerá la atención de todos los empleados.

Mientras Chihiro le ofrece del pastel a sus padres, en un sueño, así comprende que con eso ella podrá ayudarlos.

A pesar de que todos están alborotados rindiéndole pleitesías al “sin cara” por todo el oro que este riega por doquier, Chihiro presiente algo, sin embargo no le da importancia ni a l presentimiento ni al cliente rico, porque lo de ella no es acumular oro, sino salvar a sus padres y poder salir de ahí.

Viendo a la distancia, observa que ya el río es prácticamente un mar. Sus poderes psíquicos han aumentado mucho.

Y a lo lejos ve a Haku, en forma de Dragón, peleando con lo que parecen ser pájaros que le están haciendo mucho daño, pero en realidad son figuritas de papel. Ahora le tocara a Chihiro proteger a su protector.

Mientras eso sucede, el “sin cara” ha hecho estragos, se lo ha comido todo e hinchado desfila por los baños como un gran señor. Los empleados suplican propinas con unas cajitas. En esas Chihiro desesperada intenta llegar a donde Haku, y se tropieza, con el desfile del “Sin cara”, quien anhelante, le ofrece oro a manos llenas. Chihiro le rechaza, ella no necesita eso. Ella esta ocupada, tiene una misión más importante, no esta para perder tiempo en banalidades ni en falsos placeres.

El “sin cara” monta en cólera y comienza a pasar factura por todo el oro regado, y va comiéndose uno a uno a los empleados que aceptaron ese dinero con tanta avaricia. Esta aquí muy claro quien es el, la avaricia, la gula, el facilismo, la falsa promesa de conseguir cosas sin trabajar, que, a la larga, siempre cuestan muy caro.

Y ajena a todo esto nuestra niña valientemente desafía hasta la gravedad, todo por su amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario