jueves, 23 de febrero de 2012

FILOSOFÍA ENCICLOPÉDICA UNIVERSAL “VOZ DEL ESPIRITISMO




“FILOSOFÍA ENCICLOPÉDICA UNIVERSAL” 
“VOZ DEL ESPIRITISMO” 

TOMO PRIMERO

PRÓLOGO 


Realmente, el prólogo de esta obra, son los libros y demás publicaciones del fundador de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, y de cuya obra es prefacio, la obra del hermano Denizart “Allan Kardec”, el que se justificó anunciando la obra de la Escuela y ésta ha justificado a aquel hermano, como misionero, mandado sólo a descorrer un centímetro, del velo puesto al espiritismo por Moisés,en la Escuela Esénica, ya que allí le sirviera de secretario al Legislador, bajo otra envoltura corporal el que ahora se llamó Allan Kardec.

Allan Kardec, pues, sólo traía la misión de confirmar que se había “Cumplido el tiempo, los tiempos y la mitad del tiempo” que Isaías dijera, y se refería a los 36 siglos que Moisés tuviera prohibida la comunicaciónpública de los Espíritus de Luz, que sólo lo harían en la Kabala o Escuela Esénica, y lo cumplieron. (Ver esto en la “Filosofía Austera Racional”).

Así, en Kardec se señala el cumplimiento de los 36 siglos, dando libertad a las manifestaciones, que lo fueron de todo género; desde lo burdo de los fenómenos de mover muebles pesados, hasta el delicado aporte de recuerdos de mundos hermanos; y desde la escritura a golpes de trípode y mecánica, rompiendo lápices, hasta la delicada posesión parlante, en discursos de bella literatura y principios axiomáticos como los que en estos tomos os vamos a entregar.¿Qué nos importa, pues, de muchas contradicciones anotadas en la obra del hermano Kardec, que su principal objeto era demostrar que los espíritus viven y tienen acción? La depuración vendría a su tiempo, y éste llegó,con la obra del fundador de la Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, que nacía cuando Kardec imprimía sus libros y Garibaldi echaba la soga al cuello al representante de la bestia 666 y apresaba al dragón que se sienta en ella: al Cristo-Peligro.

Aquel prefacio, cumplió su misión: el prólogo de la verdad eterna en la vida continuada, son los diez libros publicados por esta Escuela, y que sin su estudio, no podréis comprender a los grandes Maestros e  Instructores, que ahora os vamos a presentar, porque sólo hacen como los arquitectos: poner filigranas que demuestren la estabilidad y fortaleza del edificio levantado, de cosidos y fuertes sillares, sentados por el ingeniero, que la ley ordenó en derecho y justicia.

Yo, estoy tan cansado de la maldad de los aberrados, que me sucede como al gato escaldado, que hasta del agua fría huye. Digo esto, por lo que digo en el punto anterior, que “sin el estudio de los 10 libros del hombre,no podréis comprender a los grandes Maestros e Instructores”, y, algunos, van a tomar estas palabras como soberbia y supremacía, o como propaganda de esos 10 apóstoles mudos, que hablan sin embargo a la conciencia y no pueden mentir.Salvo, pues, de antemano, las diatribas de esos...”Hermanitos”, que avergüenzan a la humanidad luminosa,que, sedienta de luz y justicia, busca la verdad, para ser libre de pensamiento y obra. Pero afirmo, por mí, antes que leáis esa misma afirmación en las sublimadas palabras del Espíritu de Verdad de nuestro plano  y confirmado él y yo su secretario representante, por los Espíritus de Verdad de otros planos y todos,confirmados por nuestro Padre Eloí.

Todo lo diera por no tener que hacer estas declaraciones, a fin de no incitar a los perversos a ser más perversos; pero, entonces, ¿no tendrían la atrevida excusa de decir, no nos lo había dicho y no lo conocíamos? Y yo no quiero dejarles esa tangente, aún a trueque de sufrir un picotazo más, de sus envenenados guizques.Pero no podrán tener excusa de ignorar lo que tanto hemos repetido.Cuando hemos escrito nuestra obra, la hemos dado como autor propio, bajo nuestra propia firma y responsabilizándonos, ante los hombres y ante el Creador nuestro Padre. Cuando los Maestros Espíritus de Verdad y hermanos de luz de los mundos de nuestra solidaridad, de orden del mismo Padre acudieron a nuestra Cátedra a depositar su progreso de sabiduría, les servimos de secretario, creyéndonos tan honrados en este caso, como en el momento que usamos la balanza pesando las acciones de todos los espíritus, ante el ojo escrutador del Creador. Y debimos hacerlo en estricta justicia; pues el mismo Padre lo aprobó, como lo habréis de leer en estas páginas de los hermanos de luz y de cuya autenticidad y verdad he de responder bajo mi fe responsable.

¿Quién podrá acusar cargo más delicado y tremendo que garantir la verdad y grandeza del mismo Espíritu de Verdad? ¡Oh, si pudiera renunciar¡...¡Oh, si otro hubiera a quien cargar tan tremenda responsabilidad!...Yo pregunto, yo inquiero; yo miro abajo, arriba y a los cuatro puntos cardinales, preguntando interesado a todos los depositantes de su palabra y sólo oigo esta contestación: “Si otro buscas, si otro quieres, créalo. A tinos señaló el Padre; a ti entregamos nuestros tesoros y sólo tú tienes el deber de dárselos a los hombres nuestros hermanos”. He aquí, pues, que sólo soy esclavo de mi deber, pero soy señor de mí mismo. A mí, sólo el Padre me ha de redimir, sin dinero, porque sin precio fui esclavo, como lo hizo escribir a Isaías. Heme, pues, aquí cumpliendo mi deber, con 60 años a cuestas, sin temer el tremendo trabajo y trajín de dar a los hombres en DOCE GRANDES TOMOS, la voz de los Maestros, entremezclados sus discursos con parte de nuestros trabajos de juicios y saneamiento del espacio; sin cuya labor no podrían venir las generaciones de espíritus que llegan regenerados a continuar el progreso, sin estorbos, de los perversos, que ya fueron trasladados a los mundos de su afinidad, quedando sólo, de aquellos, unos pocos encarnados, que en amor y justicia se les puede conceder esta existencia de tregua, que aprovechan tan mal, pero que acrecientan su deuda, aunque sus calumnias y oposición nos pongan un laurel a nuestra lucha y valor de sostener la verdad. En “La Filosofía Enciclopédica”, “Voz del Espiritismo Solidarizado”, nada de lo que atañe a la vida del espíritu y del hombre, queda sin considerar. Subiremos de mundo en mundo, hasta conociendo idiomas de ellos.

Ascenderemos de plano en plano y comprenderemos su división político-geográfica. Bajaremos a mundos de principio, hasta los embrionarios, donde aún la conciencia no se hizo en el espíritu. Reconoceremos nuestro mundo y entraremos en sus entrañas, y nada nuevo será, porque esto sólo será la confirmación irrefutable de lo que el hombre en su deber, os dio en sus obras.En estas lecturas, veréis el amor del Padre en su más alto grado, y leeréis: “El hombre habla al hombre, para que mejor lo pueda entender”. “El Juez es hombre, para juzgar a los espíritus que fueron hombres; con lo que, el Padre demuestra su máximo amor, porque les da ocasión a sus hijos, de exponer al hombre sus causas con más confianza”: dijo en el Juicio, el Espíritu de Verdad. El hombre, como tal y como Juez, habló a los hombres en sus obras, por ciencia, conciencia y experiencia, pero sólo con arreglo a justicia. Yo, era el ingeniero que levantaba el edificio sobre el terreno saneado y fundamentó sobre cimientos estables, con perfecta división, en plomada rigurosa y con piedra de granito, sólo mirando, que este edificio debe durar todos los siglos que a la tierra le quedan de vida; por lo cual, puedo decir: Otra ley ni otra sabiduría, no se os dará, ni aquí ni más allá.

“Levanta tú el edificio con materiales fuertes; los arquitectos que lo han de decorar, ya vienen: me dijo en las primeras lecciones mi mandante, el Espíritu de Verdad; y aquí están los arquitectos que han cincelado las filigranas todas de la belleza, sobre las fuertes piedras que yo senté en mis 10 libros, que os entregué; los que, para la inmensa mayoría, son jalones fijos de su camino como hombres, y potentes faros de luz para sus espíritus; pero, para una minoría de perversos, han sido piedras de escándalo, porque les acusa en sus hechos contra la moral y la verdad, y los espiritualistas levantaron sus barricadas de supercheros, espirititereteros,milagreros fanáticos y curalotodo, estando ellos enfermos del cuerpo, del alma y del espíritu, aferrados a las pasiones.

Nuestro valor de decir y sostener la verdad, hizo su derrota, cataclismática y vergonzosa, y no nos alegramos: nos entristece, porque, aún así les amamos; pero si acrecienta nuestro dolor, más nos afirmamos aún en nuestro valor de sostener la verdad, porque pensamos que si nos calumnian, sin conocer al hombre, algo valemos. ¿Para qué cuidarnos nosotros, si nos cuidan nuestros enemigos agrandando nuestro valor?

Voy a poner en la historia un punto interesante, que antes de ahora quise escribir, pero que debí guardarlo para final de este prólogo, y el cual ofrece serio estudio.Pregunté, siendo joven, a uno, que todo un pueblo lo tenía por tonto, pero que sólo era un cretino:

“¿Por qué aparentas ser tonto, siendo que a mí me pareces un “Vivo”?
– “Para ti también seré tonto si me das pan”.
“Pero no es eso poco digno?”
“¿Pero tú has visto a alguno digno”?
 - “¿Y Fulano (le cité a uno de gran fama de meticuloso y delicado), no demuestra dignidad?.
– “Yo, tonto, sé sus fechorías más indignas mil veces que mi tontuna”.
Me refirió algunas y eran verdaderos crímenes de estupro y cohechos y latrocinios, que todos lo llevarían a la cárcel.Viendo el tonto mi asombro, dijo:
- “Ves, como hago bien en hacer el tonto y sé los secretos de los listos y...Dame pan y llámame tonto tú también”.
 – Oye, le dije al despedirme; eres un hombre de gran valor; creo que no hay valor que iguale a tu valor, de ser inteligente y pasar por tonto, ¿no lo crees tú así?
– “No. Yo soy un pillo; un acomodaticio, un cobarde para la vida. Lo único que quedará de mi vida, es que, individualmente a nadie hice mal. Pero, ¿he hecho algún bien? Ved ahí que no es valor mi tontuna”
Ante esta rotunda filosofía, le pregunté:
- Entonces, ¿cuál es y para qué se necesita el mayor valor?...Aquí el tonto vaciló unos instantes, y volviéndome la espalda para marcharse, dijo:
“El mayor valor, se necesita para decir y sostener la Verdad”...

De inmediato recordé el dicho popular: “Por decir la verdad lo han muerto”.

Hoy digo: Tuve el valor de decir y sostener la verdad, y por la calumnia, recibí más de una muerte civil. Pero mi FÉNIX siempre resucitó de sus propias cenizas, por virtud del valor, que da la verdad. Así lo veréis comprobado en los 12 tomos donde os doy la voz de los espíritus solidarizados.

Entremos, pues, ya, a las grandes aulas del edificio que hemos levantado bajo el nombre de Escuela Magnético-Espiritual de la Comuna Universal, cimentada en la proclama máxima que forma sus sillar es inconmovibles y eternos:

El Universo solidarizado.
El Mundo todo, comunizado.
La Ley es una, la Substancia Una.
Uno es el principio,
Uno es el fin.
Todo es magnetismo espiritual.



JOAQUÍN TRINCADO

Fuente: http://es.scribd.com/doc/12712238/Joaquin-Trincado-Filosofia-Enciclopedica-Universal-Tomo-1

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