lunes, 31 de diciembre de 2012

Filosofia-Enciclopedica-Universal DIciembre 31 de 1910





Advertencia

Diciembre 31 de 1910

Seguramente, mis hermanos se preguntarán: ¿Por qué se ha hecho este largo silencio de cinco meses, después del terrible descubrimiento del 29 de julio?...

No estuve durmiendo, ni parado, ni hubo silencio. Lo que sí, no exterioricé mis acciones y no estuve a la vista de los mal curiosos. Estaba, sí, en el fondo del abismo descubierto, empeñado en cerrarlo, para que no tragara más conciencias, y cerrado quedó.

En ese tiempo, se ha trazado todo el plan a seguir, y en mis viajes, alcancé lo que podremos llamar la partida de nacimiento de Jesús y sus otros seis hermanos, entre los cuales estaba también la mía de entonces.

Lo que interesaba a los hombres, os lo di en la “Filosofía Austera Racional”, en el capítulo “Juan el Solitario
y Jesús de Nazareth”. Bebí en las fuentes puras que en otrora cerrara sus grifos que yo sólo tendría que abrir, y que los abrí, os lo he confirmado en toda mi obra, que coroné con el “Conócete a ti mismo”.

Había guardado en secreto viril mis armas, y pedio condos, y por ellos fui, con los que me había de mostrar a los hombres, que debía juzgar pesando sus conciencias.

Recogí las partes que habían jurado luchas, y pedí Consejo Universal para el acto a que la ley me obligaba de firmar la solidaridad de este mínimo mundo, a los grandes mundos de la cosmogonía; y, heme otra vez en la lidia de las fieras que debo dominar y no matar, siendo hombres o espíritus; pero debiendo anular las causas de que los hombres se hagan fieras.

Debo advertir una vez más, y para siempre: Que no entenderéis la “Filosofía Enciclopédica”, “Voz de la
Solidaridad”, sin el estudio profundo de los 10 libros del hombre, pues la solidaridad no traza rumbos, los
traza el hombre. No da Axiomas ni hace leyes; los hace y los da el hombre. A la solidaridad, le pertenece
juzgar y confirmar la obra del hombre que la representa, y esto hace.

Estudiar, pues, e ir “Siempre más allá”.

El Maestro Juez

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martes, 18 de diciembre de 2012

Vocabulario Espirita. Allan Kardek Letra O


O

ORÁCULO  (oracle)  [del latín  os, oris: boca]. Según las
creencias paganas, respuesta de los dioses a las
preguntas que se les formulaban. Era así denominado
porque las respuestas eran generalmente transmitidas
por la  boca de las pitonisas (Pythonisses). (Véase esa
palabra.) Por extensión, se daba a la vez el nombre de
oráculo a la respuesta, a la persona que la pronunciaba
y también a los diversos medios empleados para
conocer el porvenir. Todo fenómeno extraordinario,
propio para impresionar la imaginación, era considerado
la expresión de la voluntad de los dioses y se convertía
en oráculo. Los sacerdotes paganos –que no perdían
ninguna ocasión para explotar la credulidad– se hacían
intérpretes de los oráculos y a este efecto consagraban
solemnemente templos, donde los fieles venían a
depositar sus ofrendas con la quimérica esperanza de
conocer el futuro. Evidentemente la creencia en los
oráculos tiene su fuente en las comunicaciones espíritas,
que el charlatanismo, la codicia y el ansia de
dominación habían rodeado de prestigio, y que nosotros
vemos hoy en toda su simplicidad.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Vocabulario Espirita Allan Kardek. Letra M


M

MAGIA, MAGO  (magie, magicien)  [del griego  magos:
juicioso, sabio, formado de  mageia: conocimiento
profundo de la Naturaleza, de donde se ha originado 43
mage: sacerdote, sabio y filósofo entre los antiguos
persas]. La  magia, en su origen, era la ciencia de los
sabios; todos los que conocían la astrología, que se
jactaban de predecir el futuro y que hacían cosas
extraordinarias e incomprensibles para el vulgo, eran
magos o sabios que más tarde fueron llamados magos.
El abuso y el charlatanismo han llevado al descrédito a
la magia; pero todos los fenómenos que hoy
reproducimos por el magnetismo, el sonambulismo y el
Espiritismo prueban que la magia no era un arte
puramente quimérico y que entre muchos absurdos
había seguramente cosas muy reales. La vulgarización
de esos fenómenos ha tenido por efecto destruir el
prestigio de quienes los operaban antiguamente bajo el
velo del secreto y abusaban de la credulidad al
atribuirse un presunto poder sobrenatural. Gracias a esta
vulgarización sabemos actualmente que no existe nada
de sobrenatural en este mundo, y que ciertas cosas sólo
parecían derogar las leyes de la Naturaleza porque su
causa era desconocida.

MAGNETISMO ANIMAL  (magnétisme animal)  [del
griego y del latín  magnes: imán], así llamado por
analogía con el magnetismo mineral. La experiencia ha
demostrado que esta analogía no existe o que es sólo
aparente, siendo por lo tanto inexacta esta
denominación; pero como se ha consagrado por el uso
universal y como además el epíteto que se le agrega no
deja lugar a equívocos, habría más inconveniente que
utilidad en cambiarle el nombre. Algunas personas lo
sustituyen por la palabra  mesmerismo  (mesmérisme),
pero hasta el presente no ha prevalecido dicha
expresión. El magnetismo animal puede definirse así:
acción recíproca de dos seres vivos por intermedio de
un agente especial llamado  fluido magnético  (fluide
magnétique).

MAGNETISTA, MAGNETIZADOR  (magnétiste,
magnetiseur). La primera palabra es empleada por
algunas personas para designar a los adeptos del
magnetismo, a los que creen en sus efectos. El 44
magnetista es el teórico. El magnetizador es el práctico,
el que aplica el magnetismo. Se puede ser magnetista
sin ser magnetizador, pero no se puede ser
magnetizador sin ser magnetista. Esta distinción nos
parece útil y lógica.

MANES  (mânes)  [del latín  manere: permanecer, según
algunos; de manes, manium, formado de manus: bueno,
según otros]. En la mitología romana y etrusca los
manes eran las almas o las sombras de los muertos. Los
Antiguos tenían un gran respeto por los manes de sus
antepasados, a los que creían apaciguar por medio de
sacrificios. Eran representados con la forma humana,
pero vaporosa e invisible, rondando sus tumbas o sus
viviendas y visitando a sus familiares. ¿Quién no
reconocería en esos manes a los Espíritus, bajo la
envoltura semimaterial del periespíritu, los cuales nos
dicen –ellos mismos– estar entre nosotros con la forma
que tenían cuando encarnados? (Véase  Penates
[Pénates].)

MANIFESTACIÓN  (manifestation). Acto por el cual un
Espíritu revela su presencia. Las manifestaciones son:
Ocultas  (Occultes): cuando no tienen nada de
ostensible y el Espíritu se limita a obrar sobre el
pensamiento.  Patentes  (Patentes): cuando son
apreciables por medio de los sentidos.  Físicas
(Physiques): cuando se traducen en fenómenos
materiales, tales como ruidos, movimientos y
desplazamientos de objetos. Inteligentes (Intelligentes):
cuando revelan un pensamiento [véase Comunicación
(Communication)]. Espontáneas (Spontanées): cuando
son independientes de la voluntad y tienen lugar sin que
ningún Espíritu haya sido llamado.  Provocadas
(Provoquées): cuando son el efecto de la voluntad, del
deseo o de una evocación determinada.  Aparentes
(Apparentes): cuando el Espíritu se vuelve visible
(véase Aparición [Apparition]).

MATERIALISMO  (matérialisme). Sistema de los que
piensan que en el hombre todo es materia y que, de esta 45
manera, nada sobrevive en él después de la destrucción
del cuerpo. Nos parece inútil refutar esta opinión que,
además, es personal en algunos individuos y en ninguna
parte se ha erigido en doctrina. Si se puede demostrar la
existencia del alma mediante el razonamiento, las
manifestaciones espíritas son de ella una prueba
patente; a través de las manifestaciones asistimos, de
cierto modo, a todas las peripecias de la vida del Más
Allá. El materialismo, que sólo se basa en una negación,
no puede resistir a la evidencia de los hechos. Por eso
que la Doctrina Espírita triunfa tantas veces sobre
aquellos mismos que habían resistido a todos los otros
argumentos. Su divulgación es el medio más poderoso
para extirpar esa plaga de las sociedades civilizadas.

MÉDIUM  (médium)  [del latín  medium: medio,
intermediario]. Persona accesible a la influencia de los
Espíritus y dotado, en mayor o en menor medida, de la
facultad de recibir y de transmitir sus comunicaciones.
Para los Espíritus, el médium es un intermediario; es un
agente o un instrumento más o menos cómodo, según la
naturaleza o el grado de su facultad mediadora. Esta
facultad depende de una disposición orgánica especial,
susceptible de desarrollo. Se distinguen diversas
variedades de médiums, según su aptitud particular para
tal o cual modo de transmisión o para ese o aquel
género de comunicación.

MÉDIUMS DE EFECTOS FÍSICOS  (médiums à
influences physiques). Los que tienen el poder de
provocar manifestaciones ostensibles. Comprenden las
siguientes variedades:  Médiums motores  (Médiums
moteurs): los que provocan el movimiento y el
desplazamiento de objetos.  Médiums tiptólogos
(Médiums typteurs): los que provocan ruidos y golpes.
Médiums de apariciones  (Médiums appariteurs): los
que provocan apariciones (véase  Aparición
[Apparition]). Entre los médiums de efectos físicos se
distinguen: los  Médiums naturales  (Médiums
naturels): son aquellos que producen los fenómenos
espontáneamente y sin ninguna participación de su 46
voluntad. Los  Médiums facultativos  (Médiums
facultatifs): son los que tienen el poder de provocar los
fenómenos por un acto de su voluntad.

MÉDIUMS DE EFECTOS INTELECTUALES (médiums
à influences morales). Los que son más especialmente
apropiados para recibir y transmitir comunicaciones
inteligentes. Se los distingue según su aptitud especial:
Médiums escribientes o psicógrafos  (Médiums
écrivains ou psychographes): los que tienen la facultad
de escribir bajo la influencia de los Espíritus (véase
Psicografía [Psychographie]).  Médiums
pneumatógrafos (Médiums pneumatographes): los que
tienen la facultad de obtener la escritura directa de los
Espíritus (véase Pneumatografía [Pneumatographie]).
Médiums dibujantes (Médiums dessinateurs): los que
dibujan bajo la influencia de los Espíritus.  Médiums
músicos  (Médiums musiciens): los que ejecutan,
componen o escriben música bajo la influencia de los
Espíritus.  Médiums parlantes  (Médiums parlants):
transmiten a través de la palabra lo que los médiums
escribientes transmiten a través de la escritura.
Médiums excitadores  (Médiums communicateurs):
personas que, por su propia influencia, tienen el poder
de desarrollar en los otros la facultad de escribir, sean o
no ellas mismas médiums escribientes.  Médiums
inspirados (Médiums inspirés): personas que, ya sea en
estado normal o en estado de éxtasis, reciben por el
pensamiento comunicaciones ocultas y extrañas a sus
propias ideas. Médiums de presentimientos (Médiums
à pressentiments): personas que, en cierta circunstancia,
tienen una vaga intuición de las cosas futuras. Médiums
videntes  (Médiums voyants): personas que tienen la
facultad de la segunda vista, o la de ver a los Espíritus
(véase  Vista [Vue]).  Médiums sensitivos o
impresionables  (Médiums sensitifs ou impressibles):
personas capaces de sentir la presencia de los Espíritus
mediante una vaga impresión de la que no pueden darse
cuenta. Esta variedad no tiene un carácter bien
delimitado: todos los médiums son necesariamente
impresionables; la impresionabilidad es más bien una 47
cualidad general que particular; es la facultad
rudimentaria indispensable al desarrollo de todas las
otras. Difiere de la impresionabilidad puramente física y
nerviosa, con la cual es necesario no confundirla.
Observación – Algunas personas emplean la palabra
media como plural de médium, de la misma forma que
se hace con el vocablo  errata. No vemos ninguna
ventaja en multiplicar sin necesidad las excepciones, ya
tan numerosas en nuestra lengua. Todos los gramáticos
están hoy de acuerdo en agregar a la mayoría de las
palabras extranjeras, incorporadas al lenguaje usual, el
signo del plural. Además, varias palabras con
terminación latina se encuentran en este caso: se dice
muséums,  fáctums,  pénsums,  memorándums, etc. ¿Por
qué no decir médiums? Decir media sería una especie de
afectación pedante.

METEMPSICOSIS  (métempsychose)  [del griego  meta:
cambio,  en: en, y  psukê: alma]. Transmigración del
alma de un cuerpo al otro. «El dogma de la
metempsicosis es de origen hindú. Esta creencia pasó de
la India a Egipto, de donde más tarde Pitágoras la
importó a Grecia. Los discípulos de este filósofo
enseñan que el Espíritu, cuando se ha liberado de los
lazos del cuerpo, va al imperio de los muertos a esperar,
en un estado intermediario de duración más o menos
prolongada, el momento oportuno para animar otros
cuerpos de hombres o de animales, hasta que se cumpla
el tiempo de su purificación y de su regreso a la fuente
de la vida». Como se ve, el dogma de la metempsicosis
se basa en la individualidad y en la inmortalidad del
alma; volvemos a encontrar en él a la Doctrina de los
Espíritus sobre la reencarnación. Ese estado
intermediario de duración más o menos prolongada
entre las diferentes existencias no es otra cosa que el
estado errante en el cual se encuentran los Espíritus
entre dos encarnaciones. Pero hay entre la
metempsicosis hindú y la doctrina de la reencarnación –
tal como se nos enseña hoy en día– una diferencia
capital: la de que la primera admite la transmigración
del alma a cuerpos de animales, lo que sería una 48
degradación; esta transmigración sólo se operaría en la
Tierra. Al contrario, los Espíritus nos dicen que la
reencarnación es un progreso incesante; que el hombre
es una creación aparte, cuya alma no tiene nada en
común con el principio vital de los animales y que, por
una ley progresiva, las diferentes existencias pueden
cumplirse en la Tierra o  en un mundo de orden
superior. Y esto, como lo ha dicho Pitágoras, «hasta que
se cumpla el tiempo de su purificación».

MITOLOGÍA  (mythologie)  [del griego  muthos: fábula, y
logos: discurso]. Historia fabulosa de las divinidades
paganas. Se incluye igualmente bajo este nombre la
historia de todos los seres extrahumanos que, con
diversas denominaciones, han sucedido a los dioses
paganos en la Edad Media. Así tenemos la mitología
escandinava, teutónica, céltica, escocesa, irlandesa, etc.

MUERTE  (mort). Aniquilación de las fuerzas vitales del
cuerpo por agotamiento de sus órganos. Al estar el
cuerpo privado del principio de la vida orgánica, el
alma se desprende de él y entra en el mundo de los
Espíritus.

MUNDO CORPORAL  (monde corporel). Conjunto de
seres inteligentes que tienen un cuerpo material.

MUNDO ESPÍRITA O MUNDO DE LOS ESPÍRITUS
(monde spirite ou monde des Esprits). Conjunto de
seres inteligentes despojados de su envoltura corporal.
El mundo espírita es el mundo normal, primitivo,
preexistente y sobreviviente a todo. Para los Espíritus,
el estado corporal no es más que transitorio y pasajero.
Ellos cambian de envoltura como nosotros cambiamos
de vestimenta; dejan la que está gastada, así como
nosotros dejamos una ropa vieja.